Bienvenidos a esta segunda edición de este blog, espero que estés bien y que sigas disciplinado/a en tus ejercicios y alimentación.
En la edición anterior, hablamos de como la creatina apareció como un complemento a la nueva vida sana que deseaba adoptar, y las buenas noticias, es que gracias a ella, y una mejor aplicación de los ejercicios, la rutina de entrenamientos se ha vuelto una fuente de energía diaria en mi vida.
Solo había un detalle, por estar entrenando en casa, resultaba muy fácil distraerse y perder el enfoque, aparte, la curiosidad de probar otro tipo de entrenamiento ya estaba creciendo.
Para resolver ambas situaciones, es que con una cantidad moderada de vergüenza, me inscribí en un gimnasio; así, tendría un lugar y horario establecidos solo para entrenar.
La primera semana fue de total aprendizaje, gracias a los monitores que se encontraban en el establecimiento, aprendí que ejercicios se acomodan a mi nivel físico actual, como usar las máquinas e implementos, y un beneficio que apareció una vez ya estaba más cómodo, es una sensación silenciosa de compañerismo, pues todos estamos ahí ejercitándose y buscando una mejoría en nuestras vidas, cuando perfectamente, podríamos estar cómodos y relajados en casa.
Fue una buena decisión entrar al gimnasio, se siente como un paso serio hacia la vida sana que busco, aunque tuviera nervios o vergüenza los primeros días, no dejes que eso te haga retroceder, estarás rodeado de gente en tu mismo camino, te irá bien.
Hasta la siguiente edición del blog, mantente motivado y disciplinado!